Siempre que estamos a un centímetro de rozar las estrellas
el sol aparece y nos destroza los sueños.


Pero en vez de rendirnos tenemos que recordar
que el día no dura eternamente.

Cuestión de perspectiva

Tú siempre decías que la muerte era el fin de todo. Yo en cambio decía que la muerte no era más que el principio.


Tú veías el vaso medio vacío y yo lo veía medio lleno. Nunca nos dimos cuenta de que en realidad estaba a la mitad y siempre había estado así hasta que te lo bebiste y lo dejaste completamente vacío.

Tú eras la Luna y la noche, yo era el Sol y el día. Juntos éramos un perfecto eclipse, un atardecer o un amanecer, da igual cómo quieras decirlo.

Pero ahora eso ha cambiado, la puerta que cerraste con un predecible portazo ahora se ha convertido en nuestro tu muro de las lamentaciones, en nuestra tu tortura, en una muralla infranqueable que separa nuestras vidas. Tú te quedaste fuera de mi corazón y yo dentro del tuyo, o no. Supongo que depende de cómo lo mires, a mi esto ya me dejó de importar hace mucho tiempo MENTIRA.

Ahora cada vez que veo unos ojos azules la nostalgia rabia y el anhelo odio me invaden y no puedo evitar pensar que todo fue culpa tuya, o puede que fuese mía. Tú eras pura oscuridad y yo era pura luz, o viceversa, menuda combinación ¿verdad? No sé cómo pudimos soportarlo tanto tiempo. Por eso no me extrañó que aquel día todo estallase y salpicase de dolor las paredes impolutas que cubrían mi corazón.

Y ahora tú estás martilleandote esa maravillosa cabezota hueca que tienes y diciéndote que no tenías que haberte ido, y yo estoy aquí, en el lado de la puerta que me corresponde, con aquellas palabras de amor  de rabia que me echaste en cara martilleandome la cabeza. O puede que sea al revés, ya no lo sé, ni quiero saberlo.

Supongo que todo es cuestión de perspectiva.

20 de enero

Pensé que era un buen momento. Por fin se hacía realidad. Tanto oír hablar de tu silencio.... dicen que te arrastra como el mar. Llené de libros mi maleta, también de fotos tuyas de antes; dibujé tu sonrisa junto a la mía, me dormí con tu abrigo en el sofá. Quiero estar a tu lado, quiero mirarte y sentir, quiero perderme esperando, yo quiero quererte o morir. 

Y en el momento en que vi tu mirada buscando mi cara, la madrugada del 20 de enero saliendo del tren, me pregunté qué sería sin ti el resto de mi vida y desde entonces te quiero te adoro y te vuelvo a querer.

Cogí un tren que no dormía y vi tu cara en un cristal, era un reflejo del sol de mediodía, era un poema de amor para viajar. Quiero estar a tu lado, quiero mirarte y sentir, quiero perderme esperando, yo quiero quererte o morir. Y en el momento en que vi tu mirada buscando mi cara la madrugada del 20 de enero saliendo del tren me pregunté qué sería sin ti el resto de mi vida y desde entonces te quiero te adoro y te vuelvo a querer.
Te perdí y no te perderé. Nunca más te dejaré. Te busqué muy lejos de aquí, te encontré pensando en mí.
.[...]
Y desde entonces te quiero, te adoro y te vuelvo a querer.

20 de enero, La Oreja de Van Gogh


Ithilwen.