Un chico, una chica, dos amigos, un tímido Sol de otoño, las nubes y un paraguas cerrado en un rincón de la clase. Dos sonrisas cómplices y dos corazones, uno entero y otro entregado a la dueña de la segunda sonrisa. Sueños artificiales en el que ambos corazones se unían para siempre, o al menos durante un solo momento.
Suena la campana y ambos salen a la calle, a la vez, sincronizados por la confianza y el paso de los años. Samuel y Lucía se conocen desde los once años, y siempre han confiando el uno en la otra. Hay risas en el camino a casa, como todos los días, pero esta vez es diferente, Samuel conduce a Lucía por callejones intransitados, en vez de ir por el camino de siempre, pero Lucía no se da cuenta. Las nubes cada vez le quitan más espacio al Sol y el cielo se encapota poco a poco. En algún momento del trayecto sus manos se rozan y Lucía, como buena amiga estrecha a Samuel la suya con cariño. No le suelta. Al fin llega el temido momento, no puede alargarlo más, han llegado al sitio más bonito del pueblo, el lago. Lucía no le da importancia, muchas veces habían ido allí al salir de clase.
- Por cierto, Sam, antes de que cuelvas a evadir el tema ¿cuándo piensas decirme quién es tu amor secreto? -pregunta Lucía con una sonrisa.
-Ya te lo dije, cuando ella se de cuenta.
-¿Es de clase? Si, ¿verdad? ¡Ya sé quién es! ¡Es Irene! No dejas de mirarla en clase y ella me contó que está coladita por tus huesos -añade de forma picarona.
-No es a ella a quien miro en clase. No es Irene.
-Pues ya me dirás, porque la única chica que está cerca de Rebeca soy yo y... -sus ojos se abrieron desmesuradamente.
-Creo que es hora de decirlo, ya se ha dado cuenta -interrumpe Samuel-. Se llama Lucía y es la persona más maravillosa del mundo. Todos dicen que es muy rara, pero para mí es simplemente única. Tiene el pelo del mismo color que sus ojos, marrón chocolate. Cocina las mejores magdalenas del universo y cuando se pone a hacerlas está adorable con su delantal de vaquitas. Tiene la cara llena de pecas y eso es lo que más me gusta de ella, porque le hace parecer una muñequita, aunque ella dice que son odiosas y se esfuerza por ocultarlas con maquillaje. No es la más inteligente, ni la más rápida, ni la que más destaca en algo, pero para mi es perfecta, siempre se preocupa por los demás sin esperar a que los demás se preocupen por ella, es la única de todas sus amigas que cuando está cerca de un chico no se pone nerviosa o a decir estupideces. Está enamorada de mi mejor amigo aunque sabe que él nunca se fijará en ella, pero me da lo mismo, quiero que sepa que la adoro con toda mi alma, que para mi es la chica más guapa del mundo y que aunque sé que me va a rechazar no me siento como un completo gilipollas por haberle dicho esto, bueno, ahora sí que creo que soy un completo gilipollas.
Un incómodo silencio se apodera de ambos, al fin se había declarado, pero ahora llega lo peor. Samuel se da cuenta de que mientras hablaba se ha ido acercando poco a poco a Lucía y que ésta no le ha soltado la mano. Empieza a llover, Lucía abre el paraguas y tapa con él a Samuel. ¿Qué le va a decir ahora? Si, está enamorada de David, pero ahora que Samuel le ha dicho todo esto se da cuenta de que también está enamorada de él. Baja el paraguas y el agua fría de octubre les golpea en la cara.
-No eres un completo gilipollas, aunque es cierto que solo a ti se te habría ocurrido decirle esto a una chica que está enamorada de tu mejor amigo. Eres el chico más maravilloso del mundo.
Se fundieron en un beso dulce y apasionado, bajo la fría lluvia de otoño.
En el fondo de su corazón ella llevaba siete años esperando este momento.
Ithilwen <3